
a veces da miedo, a veces no..
a veces creemos que podríamos exponernos y eso sería “peligroso”
- para quién?
- para mi herida…
le duele, y si quizás la tocan, la lastiman más..
nonono, por favor
- bueno pero hay que sanar eso, amor.. hay que darle espacio, palabras, tiempo...
duele, pero es por ahí
en ese punto es donde comienza el proceso de sanación. En animarme a ser vulnerable. En permitir que otro vea mi ternura detrás del disfraz que inventé para que no sea descubierta mi niña herida..
y comienzo a comprender y a tener compasión
por mí misma y por los demás
comprendo que mis comportamientos “erráticos” sólo son un pedido de amor, que es mi niña enojada exigiendo la atención que necesitó..
le pregunto entonces a mi niña: ¿cómo te sentís hoy? ¿qué te gustaría que hagamos?
comienzo a ser mi propia madre.
Y así Bendigo la herida que habilita mi propio poder sanador, el poder de darme el amor que necesito.. 💫♥️
Un abrazo de oso grande para tu niña interior :)
Con amor,
Micky
Comments